"ESCRIBIR SALE DEL ALMA"
Gabriel García Márquez".

"África es uno de los continentes más ricos del mundo en recursos minerales,  pero tiene a la gente más pobre del mundo". Y la más explotada, también. 
Southern Africa Resource Watch (SARW)

martes, 27 de noviembre de 2007

Asaltada...

Por suerte o desventura tuve la desagradable experiencia de ser robada… no os podéis hacer una idea el disgusto que he tenido. Que te roben, ya sea en Madrid, Pekín o Maputo… es una experiencia fea. Mi móvil y mi cámara de fotos… mi maravillosa y preciosa cámara de fotos y sobre todo las fotos que tenía en la tarjeta de memoria fueron sustraídas del coche de mi amiga Tatiana. Imaginaros la situación, cuando llegamos al coche y resulta que vemos que la radio no está y que los objetos de valor que habíamos dejado escondidos en el coche tampoco… (precisamente para no andar por la calle con nada de valor y el evitar el ser asaltados decidimos dejar todo bajo los asientos del coche).

Lo gracioso de todo y lo más irónico es que los chicos que suelen estar en la calle vigilando los coches (aquí es muy común que haya rapazes que te vigilan el coche) “no vieron nada”. Además el coche no estaba forzado, no había ninguna ventana rota ni las puertas forzadas. El coche por fuera estaba perfectamente aparcado y cerrado. Es como si lo hubieran abierto con un mando o con la misma llave…¡Pero qué sensación de vacío, de impotencia, de abatimiento! Y además llovía… si es que parece que todos los elementos se hubieran puesto de acuerdo para hacer de aquel momento mucho más desolador de lo que era.

Yo no pude articular palabra, no me salía nada… en lo único que pensaba era en las fotos que había en la cámara, por la boca de mi amiga Steph sólo salían toda clase de insultos en portugués (creo que definitivamente ya me he puesto al día con el vocabulario en portugués-brasilero en lo que a esta materia se refiere!), Alberto y Tatiana por el contrario estaban tranquilos y viendo lo positivo del asunto: todos estábamos “sanos y salvos” y por último Nerea me cogía la mano y me decía que “tranquila”.

Lo positivo de todo (porque siempre hay que ver el lado positivo de las cosas) es que no fue con violencia, ni nos apuntaron con ningún arma, ni con cuchillos ni nada de eso (desgraciadamente la mayoría de los robos son con violencia…). Lo positivo es que todos estamos bien. Lo positivo de todo es que la radio funcionaba a pesar de que se habían llevado el frontal (era surrealista ir con la radio a tope y los cables por toda la parte delantera del coche y sin poder apagarla, ni bajar el volumen, ni cambiar emisora porque los cacos dejaron el curro a medias). Lo positivo de todo ha sido que al menos no se llevaron el coche porque eso había podido ser peor. Lo mejor de todo ha sido el poder sentir todo el apoyo de mis amigos… en especial de las “maria- caipirinhas” y sus “terapias de grupo” (Katariana, Steph, Tatiana, Nerea, Odette, Lucia…¡¡sois geniales!! Vocês são muito legal!!). Lo mejor de todo ha sido que mis compañeros de trabajo se han volcado con mingo (porque además saben lo importante que es para mí...“mi cámara”) y me he sentido mimada en todo momento. Lo mejor de todo es que para lo lento que van aquí muchas veces todas las cosas en este fin de semana pude gestionar lo de mi móvil y hoy vuelvo a estar comunicada con el mundo. Lo mejor de todo esto es que pronto tendré una nueva cámara. Lo mejor de todo ha sido aprender que cuando salga no debo de llevar nada de valor para evitar situaciones como esta. Lo mejor de todo es que si no hubiera sido por esta situación nunca hubiera conocido el Mercado de la Estrella que ha sido otra experiencia…

En fin, lo mejor de todo (y como ya sabéis que yo soy de las que veo la botella a rebosar), es que aunque no todo es perfecto aquí y también pasan cosas malas como en cualquier parte del mundo, sigo feliz en esta ciudad africana y haciendo lo que me gusta, escribir.

Adoro este país…

O Mercado da Estrela

El Mercado de la Estrella está situado en una de las zonas más oscuras de la ciudad. Es un lugar donde se reúnen todos los grandes y pequeños delincuentes de Maputo. En este mercado entre el barro, la basura y la tierra, puestecillos hechos con viejos palos, calles llenas de vendedores ambulantes, música a todo volumen de viejos coches tuneados, niños vendiendo cacahuetes y gente, mucha gente existe un comercio invisible. Aquí se puede encontrar de todo. Lo que quieras comprar lo puedes conseguir aquí. Desde, verduras, arroz, cerveza, alcohol, pinzas para colgar la ropa, pasando por enchufes, cuerdas, pantalones, camisetas, cuadernos, radios, móviles y sobre todo tipo de artilugios robados…hay hasta quién dice que también se pueden comprar y vender seres humanos…

Os debéis estar preguntado cómo es que conozco este lugar… pues evidentemente por el robo. El lunes cuando llegué a la oficina todavía esta sensible (a pesar de la “terapia de grupo de las maria-caipirinhas”). Es que no es sólo por el hecho de que me robaron una cámara de fotos que es algo en definitiva, material. Era más el valor sentimental y emocional. Yo soy periodista, mi cámara lo es todo… absolutamente todo para mí. Yo soy una “chica pegada a una cámara” y es como si me hubieran arrancado un trocito de corazón…

El caso es que yo sabía de la existencia de un “mercado” en la ciudad donde se pueden encontrar las cosas que roban… pero ni sabía dónde era, ni cómo llegar ni nada de nada ni hasta qué punto era el que me aventurara a ir sola.

Boaze, es el típico moçambicano, grande, con la cabeza rapada, que siempre tiene una sonrisa de oreja a oreja, unos ojos pequeños que a veces cuando se queda mirando fíjamente hacen que el negro de sus ojos parezca más profundo y siempre está de un lado para otro sin parar. Todo el mundo le "necesita": “Boaze necesito esto… Boaze se me ha roto aquello… Boaze no funciona esto…Boaze, Boaze, Boaze…”. Él se ocupa del mantenimiento de la oficina y del predio donde vivo y además de ser un tipo servicial es sobre todo muy buena gente.

Yo le conté todo lo que me pasó el fin de semana y entre alguna lágrima que otra que se me saltaba al recordar lo que había pasado, le pregunté por el famoso mercado.

Inmediatamente él me dijo que “ni se me ocurriera ir sola porque es un lugar peligroso incluso para los propios moçambicanos” lleno de bandidos, ladronzuelos y ladrones. Si ven que la “blanquita de turno” va allí, la gente sabrá que es porque está en busca de algún objeto que le han robado. Además, a parte de intentar revender el “objeto buscado” por el triple de su valor original el poder salir de allí “sana y salva” no está garantizado.

El caso es que Boaze me propuso un plan: él iba a ir primero sólo para ver si mi cámara y el móvil ya estaban en el mercado. Yo le imprimiría unas imágenes de los objetos que saqué de internet y la descripción de cómo eran. Después el me llamaría para decirme si estaba o no. La segunda parte del plan es que si mi cámara aparecía, él vendría a recogerme y junto con uno de los chóferes de la oficina iríamos los tres. El chófer y yo nos quedaríamos en una zona del mercado donde no fuera tan peligroso esperando. Luego él vendría con el “vendedor” y la cámara para que la viera. Él le diría al tipejo que su “patrona” esperaba en el coche y sería el gancho para atraerlo. Si era mi cámara trataríamos de negociar con él la compra y mientras tanto llamaríamos a la policía. Con lo“sensible” que yo estaba me advirtió de que si esa era mi cámara que no “mostrar interés, ni me alterara, ni que llorara ni mostrara ninguna emoción”. Debía ser fría y mantener la calma.

Así que Boaze se fue hacia el Mercado da Estrela y yo me quedé en la oficina pendiente de su llamada. A la media hora el teléfono de la oficina sonó. Boaze encontró algo y venía a buscarme. El corazón se me puso en un puño… ¿sería verdad? Me preparé y esperé que llegara. Después los tres (Ofumane - el chófer - Boaze y yo ) nos pusimos rumbo hacia el mercado.

Llegar allí es relativamente fácil, y aunque no hay una señalización clara de cómo llegar a este mercado clandestino, cuando uno se acerca a la zona se va notando que allí se mueve de todo. El todoterreno en el que íbamos se movía despacio por las estrechas calles que forman parte de este enjambre humano. Entre los puestos y la cantidad de gente que había no era fácil ir con el vehículo con facilidad. La gente se quedaba mirando… mejor dicho nos miraban con curiosidad. Los seguros de las puertas bajados, los cristales subidos y aún así la sensación de inseguridad se respira en el ambiente.

Ofumane aparcó en una especie de calle principal. Boaze salió en busca del “vendedor” y Ofumane y yo nos quedamos esperando. Me puse a observar por la ventana todo lo que acontecía a mi alrededor. La gente se acercaba, tocaban las ventanas y trataban de venderme todo tipo de cosa (espejos retrovisores, spray para pelo afro, trapos de cocina, jabón, cargadores para el móvil, chicles…).

Después de quince minutos, Boaze apareció con un “tiparraco” que simplemente con mirarle a los ojos se podía percibir la frialdad que tenía. Boaze subió al coche con una cámara…y no era la mía… respiré aliviada (si, la verdad es que me alegré de que no fuera mi cámara). Después salió del coche y le dijo al “tiparraco” que no estaba interesada. Volvió a subir al coche y pusimos rumbo a la oficina, entre la multitud, las calles estrechas y la basura. El tipejo le dijo a Boaze que seguramente en estos días podría tener “mi cámara” así que estaremos pendientes de qué es lo que pasa.

Muchas veces cuando roban objetos, esperan unos días antes de llevarlos al mercado por si aparecen los dueños con la policía… estos dos últimos meses del año son los peores en materia de seguridad en Maputo. La razón es simple… se acerca el “Natal” (las Navidades) y la gente necesita dinero.

Yo estoy mejor, otra vez vuelvo a ser “alOha lady”. Además, todo tiene solución excepto la muerte como dice el refrán. Sobre todo las cosas materiales: se pueden reemplazar. Me he comprado un móvil (el más cutre y barato que hay) y vuelvo a estar comunicada. Y de mi cámara… pues no me hago ilusiones, así que lo que haré será tratar de comprar otra en Sudáfrica (este fin de semana voy a ir allí) y mientras depender de las cámaras de mis amigos. Y las fotos que perdí… no quiero ni pensar en ello… lo que siento es no haberlas descargado antes en el ordenador pero ya nada se puede hacer. Lección aprendida y a seguir tirando para adelante con una sonrisa de oreja a oreja como las de Boaze…

viernes, 23 de noviembre de 2007

¿Por qué la necesidad de escribir?

Sentada en mi escritorio de la oficina, con un calor pegajoso que hace la ropa parezca chicle pegada a la piel (no funciona el aire acondicionado) y escuchando de fondo la música que ponen en la radio moçambicana favorita de Amalia (la secretaria de mi jefe)... por mi mente no dejan de pasar imágenes, caras y situaciones de lo que han sido estas últimas semanas.

Pero, ¿cómo resumirlo todo, sin olvidarme de ningún detalle y que no sea un “aburrimiento” para el que lo lea?, pregunta que siempre me viene a la cabeza cada vez que me pongo a escribir. Mi amigo Pregón, un chico moçambicano de mi grupo de capoeira dice que una persona tiene que dejarse llevar por su creatividad y no poner límites… además escribir es un ejercicio, inspiración, arte, un reto, una adicción, algo divertido y sobre todo algo que sale del corazón (o por lo menos eso es lo que siento yo cada vez que me pongo delante del ordenador). “Ten que deixar-se levar... "

Y tiene razón. Para empezar, yo adoro escribir (bien o mal pero me gusta). Aquí hay tantas cosas y tantas historias… así que en este blog seguiré escribiendo mucho o poco… sobre como va siendo mi vida aquí.

Todo esto bajo el calor pegajoso de esta ciudad, a ritmo de música marrabenta o passada de la radio moçambicana y rodeada de gente de todo tipo que enriquecen mi vida con sus consejos, experiencias, críticas constructivas, apoyo, reflexiones, alegría, buen rollÖ, cariño y amistad. Y siempre teniendo en cuenta esa famosa frase de Truman Capote sobre el arte de escribir:

«Al principio fue muy divertido. Dejó de serlo cuando averigüé la diferencia entre escribir bien y escribir mal; y luego hice otro descubrimiento más alarmante todavía: la diferencia entre escribir bien y el arte verdadero; es sutil pero brutal.»

Sutil y brutal... eso es escribir

martes, 6 de noviembre de 2007

Casa do Gaiato

Deseaba que con ansia que fuera sábado y cuando por fín llegó el día, supe que el esfuerzo por llegar a Boane (a una hora en coche desde Maputo) había valido la pena. La noche anterior, mi amiga Katarina y yo nos preguntábamos si íbamos a poder ir. Hasta el último momento estuvimos con la incertidumbre de saber si íbamos a realizar la visita a Casa do Gaiato.

A mí me encanta salir de la ciudad siempre que tengo oportunidad, disfrutar del paisaje con buena musiquita de fondo y filosofar sobre la vida, el mundo y la realidad que nos rodea.

Con nosotras viajaba Sergio, el encargado del área de Salud de la OTC para Mozambique que ya conocía Casa do Gaiato. Durante el transcurso del viaje nos explicaba y ponía en antecedentes de la historia y nacimiento de esta organización y sus proyectos.


Casa do Gaiato nació en la década de los 90 como respuesta a la ayuda solicitada por el Gobierno de Mozambique ante la cantidad de huérfanos y desplazados que vivió el país durante la guerra civil. Quince años después, Casa do Gaiato no sólo trabaja con huérfanos, también con niños repudiados, huérfanos del sida o en situación difícil. La Cooperación Española además contribuye además en el desarrollo de Boane en áreas tan distintas como desarrollo comunitario educación, vivienda, salud…


Yo trataba de imaginar cómo sería el proyecto. Por mi cabeza no dejaban de pasar imágenes y recuerdos de "Mi vida en Etiopía"... ¿sería igual? esa era la pregunta... lo que conocí fue mucho más: la África profunda, pura y dura. El Moçambique del matto como dicen aquí. Donde no hay agua corriente y los niños y mujeres recorren kilómetros para buscar agua que llevar a sus casas... donde no hay electricidad, donde el hambre y el SIDA son las principales causas de muerte. Donde los caminos son de tierra rojiza, las casas de adobe y el sol quema y abrasa de forma infernal. Esa imagen típica de África que nos viene a la cabeza... el África de los telediarios y los documentales... lo he visto y vivido antes... y la sigo viendo y viviendo ahora. Sigo sin "acostumbrarme" y sin " dejarme anestesiar" ante una realidad que a muchos les deja indiferente. A mí definitivamente no, me sigue chocando como si fuera la primera vez y removiendo por dentro.

De cualquier manera, a pesar de las circunstancias en las que se vive en Boane su gente ese día estaba feliz…no era un sábado cualquiera…era un día de fiesta porque una peña futbolera valenciana había subvencionado la construcción de un campo de fútbol para los niños. Mujeres, hombres y sobre todo, los niños del pueblo querían festejar el gran acontecimiento. Esa cara de felicidad no se me va de la cabeza, esa ilusión que los niños tenían con su modesto campo de fútbol, esa alegría que las mujeres reflejaban cantando y dançando…Era contagioso y yo ni corta ni perezosa me uní como una más a su celebración.

Compartir y vivir un día con todos ellos ha sido otra gran experiencia. Además para mí ha sido un ejemplo de ver cómo la cooperación bien hecha funciona. Porque en Boane se trabaja día a día por salir adelante. Y aunque tenga que recorrer kilómentros andando para recoger agua, al menos tienen la suerte de que se haya construido un pozo; aunque haya un alto número de personas enfermas de SIDA, hay un grupo de voluntarios locales que cuidan , atienden a estos enfermos y además llevan a cabo campañas de sensibilización; aunque los caminos no sean de asfalto, al menos tienen caminos de arena rojiza; aunque no tengan grandes casas, al menos se están construyendo pequeñas infraestructuras; aunque haya niños huérfanos, repudiados o enfermos, al menos hay un orfanato y una escuelita donde hay personas que con cariño, corazón y dedicación cuidan de ellos… y sobre todo hay mucha gente comprometida tanto cooperantes, voluntarios y personal local que creen y aman su trabajo, el proyecto y sobre todo lo que significa y simboliza Casa do Gaiato

No me arrepiento de estar aquí. Y todo lo que estoy viendo a mi alrededor me motiva más a seguir adelante como periodista en Moçambique. Aunque a veces tenga pequeñas "crisis existenciales" y me plantee el coger la mochila, dejarlo todo e irme al mato profundo a trabajar como cooperante.

Graciäs por leerme... Khanimambo

domingo, 4 de noviembre de 2007

WORLD PRESS PHOTO MAPUTO 2007

Aunque ya había visto la exposición, volver a verla aquí ha sido mágico... sobre todo por el lugar... una fortaleza increíble en la zona de la baixa y en frente del mar...

Esta fotO es una de mis favoritas...

Creo que las imágenes hablan por sí solas, ¿verdad?

Periodista aventurera en tierras africanas

Periodista aventurera en tierras africanas

"Yo soy una parte de todo aquello que he encontrado en mi camino"

"Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza".
Lord Alfred Tennyson, Poeta Inglés ( 1809 - 1892)

NUCLEO DE ARTE: http://www.africaserver.nl/nucleo/port/inde

NUCLEO DE ARTE: http://www.africaserver.nl/nucleo/port/inde
Maputo, Moçambique
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Con que personajes me estoy encontrando...

Hay dos tipos de viajeros:
Los que van huyendo de algo y los que van buscando algo (sin contar los 'flipados de la vida' claro... esos sí que son unos personajes).
En este viaje me estoy encontrado con todo tipo de gente. Viajar de mochila sola es mucho mas divertido de lo que esperaba.


[Mi viaje en Mozambique
esta siendo toda una experiencia]

Mi viaje en Mozambique y Malawi... lo mejor de viajar por estas tierras lindas

  • Los desconocidos que se convierten en grandes amigos... encontrar gente con las mismas inquietudes y forma de ver la vida en los lugares menos esperados
  • Caminar, caminar, caminar por cualquier rincon de la ciudad o aldea por la que paso
  • Desayunar el musli casero del backpackers en BT
  • Conocer el proyecto de PAMET (Paper Making Education Trust) y charlar y reirme con las mujeres que forman parte de PAMET (www.pamet.org.mw)
  • Ir con mi vestido de capulana tanzaniana y encontrarme en una estacion de chapas a una mujer que lleva puesta la misma capulana!!!
  • Las noches de guitarra y cerveza entre maluies, indios, sudafricanos, cubanos, canadienses y libaneses.
  • Aprender chichewa (lengua de Malawi) en una gasolinera perdida en Luchenza mienstras espero a que me vengan a 'ayudar' desde Blantyre
  • La lluvia en Malawi
  • El sonido de los arboles de Mulanje
  • Las libelulas al atardecer desde el Monte Mulanje
  • Despertarme con el canto del gallo y los pajaros (no necesito despertadOr!)
  • Llorar de felicidad cada vez que la vida me regala un momento nuevo...
  • Entrar en un templo hinduista y charlar con los sacerdotes indios en el centro de la ciudad
  • Comer injera y doro wet... sentirme por unas horas en mi querida Ethiopia (saudades, saudades...!)
  • Encontrar un restaurante de comida ETIOPE en Blantyre... y hablar amarico con el duenho!!!!!!!!!!
  • Llegar hasta Blantyre (Malawi) en un chapa rodeada de sacos de maiz y hormigas voladoras
  • Llegar a la frontera con Malawi y cruzarla a pie bajo la lluvia
  • El viaje en camioneta por una carretera perdida de Gurue a Milange
  • Montar en el camion verde del Senhor Sacoor
  • Charlar con el Senhor Muana Sacoor
  • Relajarme en la cima de la cascada con el sonido del agua que corre...
  • Los caracoles de los caminos de tierra
  • El olor a lluvia entre bosques de bambu y eucalipto
  • Encontrar unas cascadas espectaculares despues de 3 horas de caminata de subida en una montanha (15km a pie!)
  • Conocer el proyecto del padre Ilario (PARABENS...!!!)
  • Perderme entre las plantaciones de te
  • Las montanhas de Gurue
  • Los pajaros a la entrada de Limoe
  • Reirme con los 'mocambico-cubanos' de Gurue
  • La llegada a Mutali
  • Encontrar y comer uvas en la mitad del mato
  • Disfrutar del espectacular paisaje de montanhas en Niassa
  • El viaje en tren de Nampula a Mutuali
  • Descansar en la 'estera-cama' de Mahari
  • Los chicles 'made in brazil'
  • Escuchar a Luck Dub en Caia
  • Sentir la brisa rozar mi cara a través de la pequeña ventana de machibombo
  • Pasear por la noche en la Isla bajo un manto de estrellas
  • Perseguir cangrejos por la playa
  • Descubrir playas paradisiacas
  • Navegar en dhow
  • Descubrir los rincones más insospechados de la Isla de Mozambique
  • Beber un buen vaso de zumo de mango helado
  • Dibujar 'caritas felices' en las yemas de los dedos de los crios con los que me encuentro
  • La hospitalidad de la gente (en todas partes...!!!)
  • compartir lo que tengo con mis 'compañeros de viaje' espontáneos
  • Escribir cuando se puede en el chapa en mi libreta de 3 meticais
  • Caminar entre manglares
  • Escuchar la selección de los 'greatest hits' de la música marrabenta compartiendo chapa con 32 personas más (sip, 33 personas en total embutidas como sardinas en un chapa de Maxixe a Inchopte)
  • Encontrarme con caras conocidas en los lugares más insospechadas (Helder, Valoy, Bavazana...que bom a gente curtio na praia!!!)
  • Los consejos de Gerald y 'Big F****Andy'
  • La amabilidad y hospitalidad de los moçambicanos con los que me voy encontrando (Obrigada Sr.Miguel, Augosto, Emilio, Mama Maria, Edilson....)
  • La brisa que entra por la pequeña ventana en el Nampula Express de Quelimane a Nampula
  • Cuando alguno de los pequeños que viajan en el chapa me tocan y acarician la cabeza
  • Beber 'savana' helada en la playa
  • Las serenatas en inglés, italiando, español, alemán y portugués del viejo João en la Mercado Central de Inhambane
  • Comer 'barracuda peixe' en el mercado del pueblo
  • Conocer gente... viajeros aventureros con mil experiencias que enriquecen mi mundo
  • Conversaciones sobre la vida alrededor de una hoguera en la playa con desconocidos que dejan de serlo
  • Charlar con las mamas, los pescadores, los niños de cada pueblo por el que paso
  • Un baño a media noche en el Océano Indico bajo un cielo estrellado
  • Caminar descalza