"ESCRIBIR SALE DEL ALMA"
Gabriel García Márquez".

"África es uno de los continentes más ricos del mundo en recursos minerales,  pero tiene a la gente más pobre del mundo". Y la más explotada, también. 
Southern Africa Resource Watch (SARW)

viernes, 28 de noviembre de 2008

Señales de vida desde Nampula / Sinais de vida desde Nampula

alOha mi gente...
Por fín he encontrado un internet-café y no os imaginais la sorpresa al chequear mi correo y el facebook y encontrarme con todos vuestros mensajes.
Como no puedo responder a cada uno personalmente (lo haré como corresponde cuando vuelva a Maputo) sólo deciros que estoy bien aunque todo está siendo una aventura.
He estado viajando via chapa, machibombo, bagamoyo, camioneta y camión. He buceado entre seis tiburones ballena, una tortuga marina y una manta ray en Tofu, he disfrutado de las aguas del océano índico, he conocido un montón locos viajeros, he intentado hacer surf (creo que no es lo mio), he disfrutado de fiestas hasta el amanecer en la playa, he madrugado para acompañar a los pescadores de Barra en su día diario, he caminado descalza por la arena, por los pueblos, por la carretera sintiéndome conectada con 'mamá tierra'. Hasta me encontré con amigos de Maputo en pleno concierto de música moçambicana en la playa (Helder, Valoy, Bavazana, vocês são ums fofos!!!)
Como no, y eso nunca falla en un viaje de estos: me he quedado tirada en pueblos perdidos en los que no había NADA de NADA (pero de esto ya estoy curada de espando. Estoy en África... y cosas así simplemente pasan!)
Me he bañado en el rio Zambeze donde 'supuestamente' había cocodrilos después de estar cuatro días con la misma ropa, sudorosa, llena de tierra, pegajosa, con una mochila a la espalda y 40 grados de temperatura bajo el sol (no pude evitarlo... necesitabaa AGUA!!) y la verdad es que las caras de las mamas que estaban a la orilla eran todo un poema. Como me hubiera gustado haberles hecho una foto pero ni el momento ni las circunstancias me lo permitían.
Y por supuesto, no puedo olvidar las seis horas y media metida en un chapa esperando a que se llenara de gente para poder continuar el viaje (de esto también estoy curada de espanto), me he hecho cargo de un bebe precioso durante uno de mis trayectos en machibombo, he dormido en un camión, he pasado una noche en un pueblo en la mitad de la nada donde sólo había borrachos y prostitutas (esto ha sido lo menos bonito por ahora), he disfrutado de paseos en bici-taxi, casi pierdo mi móvil y me deja el machibombo para Nampula cuando trataba de buscar un lugar para hacer "pipi" (para una chica no es nada fácil... de hecho voy a hacer como hacen las moçambicanas que van de capulana. Viajar con una capulana encima de los pantalones es la forma más fácil de tener que ir al 'baño' en la mitad de la carretera sin tener que enseñarle el trasero a nadie!) .
Pero lo mejor de todo esto que estoy viviendo es la gente que se cruza por mi camino: la sensación de soledad se combina fácilmente con la alegría inmensa que siento cada vez que encuentro una mano amiga dispuesta a echarme un cable cuando lo necesito o simplemente cuando de la nada surgen conversaciones interesantes con cualquiera desconocido o surgen amistades de la manera más sorprendente... en fin un montón de experiencias de las que estoy aprendiendo mucho.
A medida que he ido subiendo hacia el norte, la gente no dejaba de hacerme la misma pregunta: "qué hacía una chica como yo viajando sola??" la respuesta muy simple: conociendo más a fondo este país. Recorriendo y pateando cada rinconcito de esta tierra linda a parte de conocer mejor a la gente. Viajar sola hace que te abras mucho más, además yo necesitaba urgentemente unas vacaciones y hacer un 'kit kat' de mi ambiente en Maputo (que no quiere decir que no eche de menos a todos mis fofinhos). Me siento feliz, me siento nueva... definitivamente os doy la razón a todos los que me animastéis a hacer este viaje.

Por cierto, me temo que esta carta abierta está llegando a su fin. Me quedan 7 minutos de internet... y esto se acaba. Mañana madrugo de nuevo para coger un chapa para llegar a la Isla de Mozambique. Unos días en otro paraiso y después tren hasta Malawi. La aventura continúa.

Mi viaje en Moçambique esta siendo maningue nice.

besOs

ps1-como no tengo mucho tiempo para escribir, he decidido crear una lista en la que, siguiendo mi línea de positivismo y buen rollo, pongo las cosas buenas que me están pasando en este viaje. Cada vez que pueda tener acceso a internet voy a ir actualizándola.

ps2-fotos pondré cuando vuelva en Maputo.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

De vacaciones (hasta el 15 de diciembre)

Aloha gente,
Como sabéis ya estoy 'libre' oficialmente y aprovechando que a Madrid no vuelvo hasta el 20 de Diciembre he decidido tomarme unas semanas de vacaciones. Hasta el 15 de Diciembre no estaré de vuelta en Maputo y no sé como voy a tener el acceso a internet durante mi viaje. El objetivo final es llegar hasta Malawi... ¿lo conseguiré? eso espero.
Viajar sola me apetece... necesito dedicarme un poco de tiempo para mí y creo que este viaje (sin prisas y sin nada organizado) es el remedio perfecto para desconectar y volver a tomar decisiones.
Llevo todo el día de un lado para otro... y ahora en casa, con la música de mi querido Damian Marley de fondo trato de organizar mis ideas y 'parar' un poco.
No puedo dejar de escuchar la canción de 'There for you'. Y es que desde que empezé a escucharla hace un par de semanas en una escapada que hice con mi cordobesa favorita (Marián) a Sudáfrica... esta canción se ha convertido en la 'canción oficial' de los momentos como el de ahora. Incienso, Damian de fondo y el portátil (y lista para pensar, escribir, reflexionar, volver a escribir, pensar, pensar, pensar, pensar...)
¿Por qué todo es tan intenso en esta ciudad? o mejor dicho ¿por qué no puedo controlar el vivir las cosas con menos intensidad? pero el tiempo se acaba y a medida que pasan los días me doy cuenta que terminó una etapa y ya es hora de empezar otra nueva.
Como dice una amiga mía, estoy en la etapa del 'duelo'. Así que como voy a ser una chica fuerte y voy a disfrutar de de mi vida en estas tierras moçambicanas. En estos días he tenido que volver a decir adiós a gente muy cercana que han formado parte de mi experiencia y mi vida en Mozambique. Esta mañana, mientras despedía a mi querida Marián en una vacía 24 de Julho otra vez volvían los recuerdos como si de una película se tratara.
He tenido que decir adiós a tanta gente...
Las vacaciones me van a venir bien y el 15 de diciembre, cuando vuelva a Maputo me imagino que las cosas las veré de forma diferente.
Volveré otra vez a enfrentarme a las despedidas pero pasará...
Ahora me espera mi mochila y una ruta en chapa hacia el norte del país via Inhambane y Beira pretendo llegar hasta Nampula, disfrutar de la Isla de Mozambique (fue la primera capital del país) y luego coger tren hacia Malawi. Cuando llegue allí ya veré como regresar sana y salva a Maputo. Volveré a mi ciudad adoptiva lista para comenzar de nuevo.

Empieza la aventura...


lunes, 17 de noviembre de 2008

E se Obama fosse africano? / ¿Y si Obama fuese africano? Por Mia Couto

Un amigo me envió este texto. Ahora que estoy con más tiempo y antes de retomar mi blog he decidido publicar esta reflexión. Viví los resultados de las elecciones en Estados Unidos perdida en un pueblecito sudafricano. En un backpackers cuya televisión sólo cogía un único canal de televisión: 'Al-Jazeera English TV'. Desde este rincón africano vi como Estados Unidos y el mundo celebraban tan esperada victoria. Seguí el debate de 'Al-Jazeera TV' en el que prestigiosos analistas en política internacional analizaba la campaña y los resultados (por cierto, me sorprendió gratamente este canal de noticias). Era la gran noticia. Ha sido la gran noticia... y aún hoy continua siendo la 'noticia'.
Y por eso mismo creo que este texto del escritor moçambicano Mia Couto (aunque está en portugués) da mucho que pensar. Para reflexionar.

Obrigada Senhor Couto!



E se Obama fosse africano? Por Mia Couto
Os africanos rejubilaram com a vitória de Obama. Eu fui um deles. Depois de uma noite em claro, na irrealidade da penumbra da madrugada, as lágrimas corriam-me quando ele pronunciou o discurso de vencedor. Nesse momento, eu era também um vencedor. A mesma felicidade me atravessara quando Nelson Mandela foi libertado e o novo estadista sul-africano consolidava um caminho de dignificação de África.
Na noite de 5 de Novembro, o novo presidente norte-americano não era apenas um homem que falava. Era a sufocada voz da esperança que se reerguia, liberta, dentro de nós. Meu coração tinha votado, mesmo sem permissão: habituado a pedir pouco, eu festejava uma vitória sem dimensões. Ao sair à rua, a minha cidade se havia deslocado para Chicago, negros e brancos respirando comungando de uma mesma surpresa feliz. Porque a vitória de Obama não foi a de uma raça sobre outra: sem a participação massiva dos americanos de todas as raças (incluindo a da maioria branca) os Estados Unidos da América não nos entregariam motivo para festejarmos.
Nos dias seguintes, fui colhendo as reacções eufóricas dos mais diversos recantos do nosso continente. Pessoas anónimas, cidadãos comuns querem testemunhar a sua felicidade. Ao mesmo tempo fui tomando nota, com algumas reservas, das mensagens solidárias de dirigentes africanos. Quase todos chamavam Obama de "nosso irmão". E pensei: estarão todos esses dirigentes sendo sinceros? Será Barack Obama familiar de tanta gente politicamente tão diversa? Tenho dúvidas. Na pressa de ver preconceitos somente nos outros, não somos capazes de ver os nossos próprios racismos e xenofobias. Na pressa de condenar o Ocidente, esquecemo-nos de aceitar as lições que nos chegam desse outro lado do mundo.
Foi então que me chegou às mãos um texto de um escritor camaronês, Patrice Nganang, intitulado: " E se Obama fosse camaronês?". As questões que o meu colega dos Camarões levantava sugeriram-me perguntas diversas, formuladas agora em redor da seguinte hipótese: e se Obama fosse africano e concorresse à presidência num país africano? São estas perguntas que gostaria de explorar neste texto.
E se Obama fosse africano e candidato a uma presidência africana?
1. Se Obama fosse africano, um seu concorrente (um qualquer George Bush das Áfricas) inventaria mudanças na Constituição para prolongar o seu mandato para além do previsto. E o nosso Obama teria que esperar mais uns anos para voltar a candidatar-se. A espera poderia ser longa, se tomarmos em conta a permanência de um mesmo presidente no poder em África. Uns 41 anos no Gabão, 39 na Líbia, 28 no Zimbabwe, 28 na Guiné Equatorial, 28 em Angola, 27 no Egipto, 26 nos Camarões. E por aí fora, perfazendo uma quinzena de presidentes que governam há mais de 20 anos consecutivos no continente. Mugabe terá 90 anos quando terminar o mandato para o qual se impôs acima do veredicto popular.
2. Se Obama fosse africano, o mais provável era que, sendo um candidato do partido da oposição, não teria espaço para fazer campanha. Far-Ihe-iam como, por exemplo, no Zimbabwe ou nos Camarões: seria agredido fisicamente, seria preso consecutivamente, ser-Ihe-ia retirado o passaporte. Os Bushs de África não toleram opositores, não toleram a democracia.
3. Se Obama fosse africano, não seria sequer elegível em grande parte dos países porque as elites no poder inventaram leis restritivas que fecham as portas da presidência a filhos de estrangeiros e a descendentes de imigrantes. O nacionalista zambiano Kenneth Kaunda está sendo questionado, no seu próprio país, como filho de malawianos. Convenientemente "descobriram" que o homem que conduziu a Zâmbia à independência e governou por mais de 25 anos era, afinal, filho de malawianos e durante todo esse tempo tinha governado 'ilegalmente". Preso por alegadas intenções golpistas, o nosso Kenneth Kaunda (que dá nome a uma das mais nobres avenidas de Maputo) será interdito de fazer política e assim, o regime vigente, se verá livre de um opositor.
4. Sejamos claros: Obama é negro nos Estados Unidos. Em África ele é mulato. Se Obama fosse africano, veria a sua raça atirada contra o seu próprio rosto. Não que a cor da pele fosse importante para os povos que esperam ver nos seus líderes competência e trabalho sério. Mas as elites predadoras fariam campanha contra alguém que designariam por um "não autêntico africano". O mesmo irmão negro que hoje é saudado como novo Presidente americano seria vilipendiado em casa como sendo representante dos "outros", dos de outra raça, de outra bandeira (ou de nenhuma bandeira?).
5. Se fosse africano, o nosso "irmão" teria que dar muita explicação aos moralistas de serviço quando pensasse em incluir no discurso de agradecimento o apoio que recebeu dos homossexuais. Pecado mortal para os advogados da chamada "pureza africana". Para estes moralistas – tantas vezes no poder, tantas vezes com poder - a homossexualidade é um inaceitável vício mortal que é exterior a África e aos africanos.
6. Se ganhasse as eleições, Obama teria provavelmente que sentar-se à mesa de negociações e partilhar o poder com o derrotado, num processo negocial degradante que mostra que, em certos países africanos, o perdedor pode negociar aquilo que parece sagrado - a vontade do povo expressa nos votos. Nesta altura, estaria Barack Obama sentado numa mesa com um qualquer Bush em infinitas rondas negociais com mediadores africanos que nos ensinam que nos devemos contentar com as migalhas dos processos eleitorais que não correm a favor dos ditadores.
Inconclusivas conclusões
Fique claro: existem excepções neste quadro generalista. Sabemos todos de que excepções estamos falando e nós mesmos moçambicanos, fomos capazes de construir uma dessas condições à parte.
Fique igualmente claro: todos estes entraves a um Obama africano não seriam impostos pelo povo, mas pelos donos do poder, por elites que fazem da governação fonte de enriquecimento sem escrúpulos.
A verdade é que Obama não é africano. A verdade é que os africanos - as pessoas simples e os trabalhadores anónimos - festejaram com toda a alma a vitória americana de Obama. Mas não creio que os ditadores e corruptos de África tenham o direito de se fazerem convidados para esta festa.
Porque a alegria que milhões de africanos experimentaram no dia 5 de Novembro nascia de eles investirem em Obama exactamente o oposto daquilo que conheciam da sua experiência com os seus próprios dirigentes. Por muito que nos custe admitir, apenas uma minoria de estados africanos conhecem ou conheceram dirigentes preocupados com o bem público.
No mesmo dia em que Obama confirmava a condição de vencedor, os noticiários internacionais abarrotavam de notícias terríveis sobre África. No mesmo dia da vitória da maioria norte-americana, África continuava sendo derrotada por guerras, má gestão, ambição desmesurada de políticos gananciosos. Depois de terem morto a democracia, esses políticos estão matando a própria política. Resta a guerra, em alguns casos. Outros, a desistência e o cinismo.
Só há um modo verdadeiro de celebrar Obama nos países africanos: é lutar para que mais bandeiras de esperança possam nascer aqui, no nosso continente. É lutar para que Obamas africanos possam também vencer. E nós, africanos de todas as etnias e raças, vencermos com esses Obamas e celebrarmos em nossa casa aquilo que agora festejamos em casa alheia.

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¿Y si Obama fuese africano? Por Mia Couto

Los africanos se alegraron con la victoria de Obama. Yo fui uno de ellos. Después de una noche sin dormir, en la irrealidad de la penumbra de la madrugada, las lágrimas corrían por mi cara cuando pronunció el discurso de ganador. En ese momento, yo también era un ganador. La misma felicidad me inundaba cuando Nelson Mandela fue puesto en libertad y el nuevo estadista sudafricano consolidaba un camino de dignificación para África.

La noche del 5 de noviembre, el nuevo presidente norteamericano no era solamente un hombre que hablaba. Era la sofocada voz de la esperanza que se erguía, liberada, dentro de nosotros. Mi corazón le había votado, aunque sin permiso: acostumbrado a pedir poco, yo celebraba una victoria sin dimensiones. Al salir a la calle, mi ciudad se confundía con Chicago, negros y blancos respirando comulgando en la misma feliz sorpresa. Porque la victoria de Obama no era la de una raza sobre otra: si no hubiese sido por la participación masiva de los americanos de todas las razas (incluyendo la de la mayoría blanca) los Estados Unidos de América no nos darían motivos para celebrar.

Durante los días siguientes, fui recogiendo las reacciones eufóricas de los rincones más lejanos de nuestro continente. Personas anónimas, ciudadanos comunes que quieren dar testimonio de su felicidad. Al mismo tiempo fui tomando nota, con algunas reservas, de los mensajes solidarios de dirigentes africanos. Casi todos llamaba a Obama “nuestro hermano”. Y pensé: ¿estarán siendo sinceros todos estos dirigentes? ¿Será Barack Obama familiar de tanta gente que es políticamente tan diversa? Tengo mis dudas. Por darnos prisa en ver los prejuicios solamente en los otros, no somos capaces de ver nuestros propios racismos y xenofobias. Nos apresuramos en condenar a Occidente y nos olvidamos de aceptar las lecciones que nos llegan de ese otro lado del mundo.

Fue entonces que llegó a mis manos un texto de un escritor camerunés, Patrice Nganang, titulado: “¿Y si Obama fuese camerunés?”. Las cuestiones que mi colega de Camerún planteaba me sugerían diversas preguntas, formuladas ahora entorno a la siguiente hipótesis: ¿y si Obama fuese africano e concurriera a la presidencia en un país africano? Son estas preguntas las que me gustaría explorar en este texto.

¿Y si Obama fuese africano y candidato a una presidencia africana?
1. Si Obama fuese africano, un solo candidato (un George Bush cualquiera de las Áfricas) inventaría cambios en la Constitución para prolongar su mandato más allá de lo previsto. Y nuestro Obama tendría que esperar unos años más para volver a poder presentarse como candidato. La espera podría ser larga, si tenemos en cuenta la permanencia en el poder de un mismo presidente en África. Unos 41 años en Gabón, 39 en Libia, 28 en Zimbabue, 28 en Guinea Ecuatorial, 28 en Angola, 27 en Egipto, 26 en Camerún. Y así, hasta llegar a una quincena de presidentes que gobiernan hace más de 20 años consecutivos en el continente. Mugabe tendrá 90 años cuando termine el mandato para el cual se impuso por encima del veredicto popular.

2. Si Obama fuera africano, lo más probable sería que, siendo un candidato del partido de la oposición, no tendría espacio para hacer campaña. Le harían como lo que les hacen, por ejemplo, en Zimbabue o en Camerún: sería agredido físicamente, sería encarcelado continuamente, se le retiraría el pasaporte. Los Bushes de África no toleran opositores, no toleran la democracia.

3. Si Obama fuera africano, no sería si quiera elegible en gran parte de los países porque las élites en el poder inventarían leyes restrictivas que cierran las puertas de la presidencia a los hijos de extranjeros y a los descendientes de inmigrantes. El nacionalista zambiano Kenneth Kaunda está siendo cuestionado, en su propio país, como hijo de malauíes. Convenientemente “descubrieron” que el hombre que condujo Zambia a la independencia y que gobernó por más de 25 años era, al final, hijo de malauíes y durante todo ese tiempo había gobernado “ilegalmente”. Encarcelado por alegados intentos golpistas, a nuestro Kennet Kaunda (que da nombre a una de las más conocidas avenidas de Maputo) se le prohibirá hacer política y así, el régimen vigente, se verá libre de un opositor.

4. Seamos claros: Obama es negro en los Estados Unidos. En África, es un mulato. Si Obama fuera africano, vería como su raza se le echaba en cara. No es que el color de la piel fuera importante para los pueblos que esperan ver en sus líderes competencia y trabajo serio. Pero las élites predadoras harían campaña contra alguien a quien designarían como un “no auténticamente africano”. El mismo hermano negro que hoy es saludado como nuevo Presidente americano sería vilipendiado en casa por ser representante de los “otros”, de los de otra raza, de otra bandera (¿o de ninguna bandera?).

5. Si fuese africano, nuestro “hermano” tendría que dar muchas explicaciones a los moralistas de servicio cuando pensara en incluir en su discurso de agradecimiento el apoyo que recibió de los homosexuales. Pecado mortal para los abogados de la llamada “pureza africana”. Para estos moralistas –tantas veces en el poder, tantas veces con poder- la homosexualidad es un inaceptable vicio mortal que es exterior a África y a los africanos.

6. Si ganase las elecciones, Obama tendría probablemente que sentarse en la mesa de negociaciones y repartir el poder con el derrotado, en un proceso negociador degradante que muestra que, en ciertos países africanos, el perdedor puede negociar aquello que parece sagrado – la voluntad del pueblo expresa en los votos. A estas alturas, Barack Obama estaría sentado en una mesa con un Bush cualquiera en infinitas rondas de negocios con mediadores africanos que nos enseñan que nos debemos contentar con las migajas de los procesos electorales cuando no corren a favor de los dictadores.

Conclusiones sin concluir

Que quede claro: existen excepciones en este cuadro generalista. Todos sabemos de qué excepciones estamos hablando y nosotros mismos, los mozambiqueños, fuimos capaces de construir una de esas condiciones a parte.

Que quede claro igualmente: todas estas trabas a un Obama africano no serían impuestas por el pueblo, sino por los dueños del poder, por élites que hacen de la gobernación su fuente de enriquecimiento sin ningún tipo de escrúpulos.

La verdad es que Obama no es africano. La verdad es que los africanos – las personas simples y los trabajadores anónimos- celebraron con toda el alma la victoria americana de Obama. Pero no creo que los dictadores y los corruptos de África tengan el derecho de creerse invitados en esta fiesta.

Porque la alegría que millones de africanos experimentaron el 5 de noviembre nacía de lo que ellos esperan de Obama, que es exactamente lo contrario de aquello que conocen por su experiencia con sus propios dirigentes. Por mucho que nos cueste admitirlo, apenas una minoría de los estados africanos conocen o conocerán dirigentes preocupados con el bien público.

El mismo día que Obama confirmaba la condición de vencedor, los informativos internacionales abarrotaban de noticias terribles sobre África. El mismo día de la victoria de la mayoría norteamericana, África continuaba siendo derrotada por las guerras, por la mala gestión, por la ambición desmesurada de políticos gananciosos. Después de haber terminado con la democracia, esos políticos están matando la propia política. Queda la guerra, en algunos casos. En otros, el desistimiento o el cinismo.

Sólo hay un modo verdadero de celebrar a Obama en los países africanos: es luchar para que más banderas de esperanza puedan nacer aquí, en nuestro continente. Es luchar para que Obamas africanos puedan también vencer. Y que nosotros, africanos de todas las etnias y razas, venzamos con esos Obamas y celebremos en nuestra casa aquello que ahora festejamos en casa ajena.


Cómo avivamos la guerra más sangrienta de África. Por Johann Hari

Y siguiendo en mi línea informativa este artículo (aunque poco tiene que ver con Moçambique) me impactó y no me dejó indiferente cuando llegó a mis manos. Hoy me siento con ganas de comunicar y compartir lo que leo...
Lo pongo porque creo que es importante estar informados de la REALIDAD que nos rodea.
Este artículo de Johann Hari no tiene desperdicio.



Cómo avivamos la guerra más sangrienta de África.
Por Johann Hari


Traducido por Mar Rodríguez y revisado por Manuel Talens
La guerra más sangrienta desde que Adolf Hitler marchara sobre Europa ha comenzado de nuevo y es casi seguro que usted lleva en el bolsillo un trozo empapado en la sangre de dicha matanza. Cuando analizamos el holocausto en el Congo, con 5,4 millones de muertos, surgen en tropel los manidos clichés sobre África: se trata de un «conflicto tribal» en «el corazón de las tinieblas». No lo es. La investigación de Naciones Unidas halló que se trataba de una guerra dirigida por «ejércitos de empresas» para hacerse con los apreciados metales preciosos de la sociedad de nuestro siglo XXI. La guerra en el Congo es una guerra en la que usted está implicado.

Cada día pienso en las personas que conocí en las zonas de guerra del este del Congo cuando enviaba mis reportajes desde allí: las salas llenas de mujeres que habían sufrido violaciones en grupo a manos de las milicias y habían recibido disparos en la vagina, los batallones de niños soldados, muchachos de 13 años drogados y aturdidos a quienes habían obligado a asesinar a miembros de sus propias familias para que no pudieran intentar escapar y volver a casa... Pero, curiosamente, mientras veía en la CNN cómo volvía a comenzar la guerra, me sorprendí pensando en una mujer que conocí y que, para lo que ocurre en el Congo, no había sufrido demasiado.

Un día regresaba a Goma en coche desde una mina de diamantes cuando se me pinchó un neumático. Mientras esperaba que lo arreglaran, me quedé en pie al lado de la carretera y contemplé las largas filas de mujeres que recorren los caminos al este del Congo con todas sus posesiones a la espalda en bultos grandes y pesados. Paré a una mujer de 27 años, llamada Marie-Jean Bisimwa, que llevaba cuatro niños pequeños caminando a su lado. Me dijo que tenía suerte. Sí, habían quemado su pueblo. Sí, había perdido a su marido en medio del caos. Sí, habían violado a su hermana, que se había vuelto loca. Pero ella y sus hijos estaban vivos.

La llevé en coche y sólo tras unas horas de charla por las carreteras llenas de baches me di cuenta de que a los hijos de Marie-Jean les pasaba algo raro: estaban acurrucados, con la mirada fija al frente, no miraban a su alrededor ni hablaban ni sonreían. «Nunca he podido darles bien de comer», explicó. «A causa de la guerra».
Sus cerebros no se habían desarrollado, ya nunca lo harían. «¿Se pondrán mejor?», preguntó. La dejé en un pueblo a las afueras de Goma y sus hijos bajaron tambaleándose tras ella, sin rastro de expresión.

Hay dos historias sobre el comienzo de esta guerra: la oficial y la verdadera. La oficial cuenta que, tras el genocidio en Ruanda, los asesinos en masa de la tribu hutu cruzaron huyendo la frontera y entraron en el Congo y el gobierno de Ruanda los persiguió. Pero es mentira. ¿Cómo lo sabemos? El gobierno de Ruanda no siguió a los genocidas hutus, al menos no al principio; fueron a los lugares donde se encontraban los recursos naturales del país y comenzaron el saqueo. Incluso dijeron a sus tropas que colaboraran con todo hutu que se encontrasen. Congo es el país más rico del mundo en oro, diamantes, coltán, casiterita y muchos otros, y todos querían una parte del pastel, así que otros seis países lo invadieron.

Estos recursos no se robaron para su uso en África, sino para poder vendérnoslos a nosotros. Cuanto más comprábamos, más robaban (y mataban) los invasores. El auge de los teléfonos móviles causó un aumento espectacular en las muertes, porque el coltán que contienen se halla principalmente en el Congo. La ONU señaló a las empresas internacionales que creía implicadas. Anglo-America, Standard Chartered Bank, De Beers y más de otras cien (todas niegan las acusaciones). Pero, en lugar de poner freno a estas corporaciones, nuestros gobiernos exigieron a la ONU que dejara de criticarlas.

En ocasiones la lucha decayó. En 2003, la ONU consiguió por fin la firma de un acuerdo de paz y los ejércitos internacionales se retiraron. Muchos continuaron su labor por medio de milicias afines, pero la carnicería se redujo en cierta medida. Hasta ahora. Como con la primera guerra, hay una historia que ocupa las portadas y una verdad. Un líder de una milicia congoleña, llamado Laurent Nkunda, apoyado por Ruanda, afirma que necesita proteger a la población tutsi de los mismos genocidas hutus que llevan ocultos en las selvas del este del Congo desde 1994. Ésta es la razón por la que está ocupando bases militares congoleñas y está listo para avanzar sobre Goma.

Es mentira. François Grignon, director para África del International Crisis Group, me cuenta la verdad: «Nkunda está recibiendo financiación de algunos empresarios de Ruanda para poder conservar el control de las minas de North Kivu. Éste es el núcleo absoluto del conflicto. Lo que estamos viendo ahora es a los beneficiarios de la economía ilegal de la guerra luchando por mantener su derecho a la explotación».
En este momento, los intereses comerciales de Ruanda obtienen una fortuna de las minas de las que se apoderaron ilegalmente durante la guerra. El precio mundial del coltán ha caído en picado, por lo que ahora se centran hambrientos sobre la casiterita, que se utiliza para la elaboración de latas y otros productos desechables. Cuando la guerra comenzó a decaer, cabía la posibilidad de que perdieran su control en favor del gobierno congoleño elegido, por lo que le han dado otro sangriento empujón.

Pero el debate sobre el Congo en Occidente, cuando se da, se centra en nuestra incapacidad de colocar una venda decente, sin mencionar que estamos causando la herida. Es verdad que los 17 000 soldados de la ONU en el país están fracasando estrepitosamente en la protección de la población civil y necesitan grandes refuerzos con urgencia, pero resulta incluso más importante dejar de impulsar la guerra en primer lugar, con nuestra compra de recursos naturales manchados de sangre. Nkunda sólo tiene armas y granadas para enfrentarse al ejército congoleño y a la ONU porque le compramos su botín: debemos acusar a las empresas que lo compran de inducción a crímenes contra la humanidad e introducir un impuesto mundial sobre el coltán para poder mantener unas tropas de mantenimiento de la paz más numerosas e importantes, para lo cual debemos preparar un sistema internacional que valore las vidas de los africanos más de lo que valora los beneficios.

En alguna parte, perdidos en el gran expolio de los recursos del Congo, se encuentran Marie-Jean y sus hijos, cojeando una vez más por la carretera, con todas sus posesiones a las espaldas. Probablemente nunca usen un teléfono móvil lleno de coltán, una lata de judías forjada con casiterita ni un collar de oro, pero puede que mueran por uno.

http://www.johannhari.com/archive/article.php?id=1405





Periodista aventurera en tierras africanas

Periodista aventurera en tierras africanas

"Yo soy una parte de todo aquello que he encontrado en mi camino"

"Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza".
Lord Alfred Tennyson, Poeta Inglés ( 1809 - 1892)

NUCLEO DE ARTE: http://www.africaserver.nl/nucleo/port/inde

NUCLEO DE ARTE: http://www.africaserver.nl/nucleo/port/inde
Maputo, Moçambique
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Con que personajes me estoy encontrando...

Hay dos tipos de viajeros:
Los que van huyendo de algo y los que van buscando algo (sin contar los 'flipados de la vida' claro... esos sí que son unos personajes).
En este viaje me estoy encontrado con todo tipo de gente. Viajar de mochila sola es mucho mas divertido de lo que esperaba.


[Mi viaje en Mozambique
esta siendo toda una experiencia]

Mi viaje en Mozambique y Malawi... lo mejor de viajar por estas tierras lindas

  • Los desconocidos que se convierten en grandes amigos... encontrar gente con las mismas inquietudes y forma de ver la vida en los lugares menos esperados
  • Caminar, caminar, caminar por cualquier rincon de la ciudad o aldea por la que paso
  • Desayunar el musli casero del backpackers en BT
  • Conocer el proyecto de PAMET (Paper Making Education Trust) y charlar y reirme con las mujeres que forman parte de PAMET (www.pamet.org.mw)
  • Ir con mi vestido de capulana tanzaniana y encontrarme en una estacion de chapas a una mujer que lleva puesta la misma capulana!!!
  • Las noches de guitarra y cerveza entre maluies, indios, sudafricanos, cubanos, canadienses y libaneses.
  • Aprender chichewa (lengua de Malawi) en una gasolinera perdida en Luchenza mienstras espero a que me vengan a 'ayudar' desde Blantyre
  • La lluvia en Malawi
  • El sonido de los arboles de Mulanje
  • Las libelulas al atardecer desde el Monte Mulanje
  • Despertarme con el canto del gallo y los pajaros (no necesito despertadOr!)
  • Llorar de felicidad cada vez que la vida me regala un momento nuevo...
  • Entrar en un templo hinduista y charlar con los sacerdotes indios en el centro de la ciudad
  • Comer injera y doro wet... sentirme por unas horas en mi querida Ethiopia (saudades, saudades...!)
  • Encontrar un restaurante de comida ETIOPE en Blantyre... y hablar amarico con el duenho!!!!!!!!!!
  • Llegar hasta Blantyre (Malawi) en un chapa rodeada de sacos de maiz y hormigas voladoras
  • Llegar a la frontera con Malawi y cruzarla a pie bajo la lluvia
  • El viaje en camioneta por una carretera perdida de Gurue a Milange
  • Montar en el camion verde del Senhor Sacoor
  • Charlar con el Senhor Muana Sacoor
  • Relajarme en la cima de la cascada con el sonido del agua que corre...
  • Los caracoles de los caminos de tierra
  • El olor a lluvia entre bosques de bambu y eucalipto
  • Encontrar unas cascadas espectaculares despues de 3 horas de caminata de subida en una montanha (15km a pie!)
  • Conocer el proyecto del padre Ilario (PARABENS...!!!)
  • Perderme entre las plantaciones de te
  • Las montanhas de Gurue
  • Los pajaros a la entrada de Limoe
  • Reirme con los 'mocambico-cubanos' de Gurue
  • La llegada a Mutali
  • Encontrar y comer uvas en la mitad del mato
  • Disfrutar del espectacular paisaje de montanhas en Niassa
  • El viaje en tren de Nampula a Mutuali
  • Descansar en la 'estera-cama' de Mahari
  • Los chicles 'made in brazil'
  • Escuchar a Luck Dub en Caia
  • Sentir la brisa rozar mi cara a través de la pequeña ventana de machibombo
  • Pasear por la noche en la Isla bajo un manto de estrellas
  • Perseguir cangrejos por la playa
  • Descubrir playas paradisiacas
  • Navegar en dhow
  • Descubrir los rincones más insospechados de la Isla de Mozambique
  • Beber un buen vaso de zumo de mango helado
  • Dibujar 'caritas felices' en las yemas de los dedos de los crios con los que me encuentro
  • La hospitalidad de la gente (en todas partes...!!!)
  • compartir lo que tengo con mis 'compañeros de viaje' espontáneos
  • Escribir cuando se puede en el chapa en mi libreta de 3 meticais
  • Caminar entre manglares
  • Escuchar la selección de los 'greatest hits' de la música marrabenta compartiendo chapa con 32 personas más (sip, 33 personas en total embutidas como sardinas en un chapa de Maxixe a Inchopte)
  • Encontrarme con caras conocidas en los lugares más insospechadas (Helder, Valoy, Bavazana...que bom a gente curtio na praia!!!)
  • Los consejos de Gerald y 'Big F****Andy'
  • La amabilidad y hospitalidad de los moçambicanos con los que me voy encontrando (Obrigada Sr.Miguel, Augosto, Emilio, Mama Maria, Edilson....)
  • La brisa que entra por la pequeña ventana en el Nampula Express de Quelimane a Nampula
  • Cuando alguno de los pequeños que viajan en el chapa me tocan y acarician la cabeza
  • Beber 'savana' helada en la playa
  • Las serenatas en inglés, italiando, español, alemán y portugués del viejo João en la Mercado Central de Inhambane
  • Comer 'barracuda peixe' en el mercado del pueblo
  • Conocer gente... viajeros aventureros con mil experiencias que enriquecen mi mundo
  • Conversaciones sobre la vida alrededor de una hoguera en la playa con desconocidos que dejan de serlo
  • Charlar con las mamas, los pescadores, los niños de cada pueblo por el que paso
  • Un baño a media noche en el Océano Indico bajo un cielo estrellado
  • Caminar descalza